General Motors notó que los jóvenes clientes europeos buscaban vehículos de apariencia deportiva; un hatchback de 3 puertas no era exactamente lo que querían.
En 2004, Vauxhall presentó la versión GTC para el Astra. Básicamente, tenía las mismas bases que su hermano de cinco puertas, pero compartía solo una parte de la carrocería y ofrecía un vehículo más atractivo.

El Astra fue una de las mayores historias de éxito jamás realizadas por Vauxhall. Un estudio reveló que hasta 2010, más del 80 % de los conductores británicos conducían o tenían amigos que tenían un Astra. Pero los conductores más jóvenes no se sintieron muy atraídos por el vehículo compacto de 5 puertas de forma extraña. El Astra GTC arregló eso con un parabrisas muy inclinado y una parte trasera inclinada que hizo que el auto se pareciera más a un cupé que a un hatchback. Las ventanas triangulares traseras estrechas y el gran portón trasero transformaron al Astra aburrido en un punto de atracción.

El interior era el mismo que en cualquier otro Vauxhall Astra, con una caja redondeada para el grupo de instrumentos. En la parte de atrás, había una buena cantidad de espacio para dos adultos. El túnel central era demasiado grande para que cupieran tres pasajeros. El asiento trasero plegable y divisible era bueno para expandir la cajuela, que era lo suficientemente grande como para ayudar al conductor a trasladarse del campus a la casa y de regreso durante las vacaciones de verano.

Debajo del capó, el Astra GTC se ofreció con una amplia variedad de motores diésel y de gasolina. Su versión tope de gama era la VXR, que proporcionaba 200 CV.