Cuando Audi confirmó que lanzará un vehículo sport-coupé en el segmento premium, el mundo se emocionó y, en 2007, lo hizo.
E hizo algo más al agregar la versión S5.
La marca Audi se construyó sobre dos pilares principales: el sistema Quattro de tracción total y el Audi Coupé de principios de los 80. Un coche que se hizo famoso en el Campeonato Mundial de Rally por su sistema de tracción total. Con el tiempo, evolucionó con la introducción del Audi Coupe B3 (1988 – 1996). A partir de ese momento, el único vehículo coupé de Audi fue el TT, en el segmento de los compactos.
El Audi S5 2007 presentaba una carrocería ligeramente modificada del A5 Coupe. Su parrilla delantera de un solo marco con borde plateado y faldón delantero agresivo se combinaba con el resto del automóvil. Una cabina inclinada se parecía al estilo Audi Coupe, pero más redondeada. Al igual que su notorio antepasado, presentaba una tapa del maletero que se abría sin la ventana trasera. En la parte trasera, los cuatro escapes redondeados sobresalían debajo del parachoques trasero, con un amplio difusor entre ellos.
En el interior, la cabina presentaba una configuración de 5 asientos con asientos de cubo en la parte delantera y un banco en la parte trasera con respaldo plegable dividido. El tablero presentaba un grupo de instrumentos y la pantalla de infoentretenimiento bajo el mismo techo. La posición baja del asiento era típica de un automóvil deportivo.
Debajo del capó, los ingenieros de Audi lograron instalar un motor V8 de 4.2 litros acoplado a una transmisión manual estándar de 6 velocidades o una automática Tiptronic de seis velocidades. Era de tracción total y tenía una distribución de peso de 50:50.