El S6 siempre fue una insignia a tener en cuenta cuando se habla de Audis rápidos, y el modelo 2006 no fue una excepción a esa regla.
Era un superdeportivo con una carrocería regular, similar a la de un taxi.
Cuando Audi compró el Lamborghini, la nueva gerencia pensó en hacer algo más que vender volantes y botones para la compañía italiana de autos deportivos. Entonces, tomaron el motor V10 del Gallardo y lo instalaron en un A6. Y eso es parte de cómo nació el Audi S6.
Desde el exterior, el Audi S6 era muy similar en apariencia a un turbodiésel A6 normal, que usaban muchos taxistas en Alemania, pero con un color diferente. Había otra diferencia en el frente, donde el S6 presentaba una gran parrilla plateada de un solo marco. En la parte trasera, se mostraban cuatro escapes ovalados debajo del faldón trasero.
El interior era lujoso, con asientos deportivos individuales en la parte delantera y un cómodo banco en la parte trasera. El resto de las características que se encuentran en un Audi A6 bien equipado se instalaron de serie en el S6. Pero la magia estaba debajo de la piel.
El motor V10 de 5.2 litros fue tomado del Gallardo y desarrollaba 440 hp. Estaba acoplado a una caja de cambios automática Tiptronic de 6 velocidades especialmente desarrollada. No era un sistema de doble embrague, sino uno basado en un convertidor de par. Como es habitual en todos los modelos Audi S, contó con un sistema de tracción total con diferencial central e Torsen y un diferencial de deslizamiento limitado en la parte trasera. En cuanto a las prestaciones, el acuerdo de caballeros de Audi con Mercedes-Benz y BMW les obligaba a limitar el coche a 250 kph (155 mph), lo que era suficiente para la mayor parte del mundo.