El Audi S8 era la extraña combinación de un deportivo y una limusina.
El S8 original se lanzó en 1996 y fue un shock para el mundo. Era una limusina dormitorio con un 0-60 mph (0-97 kph) en menos de 7 segundos. Pero los tiempos han cambiado y esa cifra es ahora un territorio de escotilla caliente. Por eso, en 2013, Audi lanzó un S8 increíblemente rápido con un 0-100 kph en 4,1 segundos (0-60 mph en 3,6 segundos). Ese era territorio de superdeportivos.
En el exterior, el S8 se mantuvo como un durmiente. Solo un ojo entrenado notará el logotipo S8 impreso en las pinzas grandes para los discos de 400 mm (15,7”) en la parte delantera y los de 360 mm (14”) en la parte trasera. Las llantas de serie eran de 20” equipadas con neumáticos 264/40 R20. Otra pista para el S8, además del discreto logotipo, eran las dos puntas de escape elípticas que se podían ver debajo del parachoques trasero.
El interior era tan lujoso como en el resto de la gama Audi A8 pero contaba con otros asientos, que tenían mejor soporte lateral y el logo S8 impreso en varios lugares.
El Audi S8 2013 tenía un motor de gasolina biturbo V8 de 4.0 litros. La transmisión de tracción total era diferente a otros sistemas quattro de la gama A8 y presentaba un diferencial de centro deportivo y suspensión neumática adaptativa de serie.