Fue el primer cupé construido por BMW después de la Segunda Guerra Mundial y fue un desastre en términos financieros.
Fue construido antes que el roadster 507, lo que supuso otra pérdida financiera para el fabricante de automóviles alemán.

La guerra había terminado y la economía comenzó a crecer de nuevo. El concesionario de automóviles estadounidense Max Hoffman le pidió a BMW que construyera un automóvil para competir contra el cupé y convertible Mercedes-Benz 300 SL. El 503 se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1955 y se construyó solo con el volante a la izquierda.
Con un diseño firmado por Count Albrecht Goertz, el diseñador del Datsun 240Z, el automóvil se vendió junto con los vehículos sedán 501 y 502.

Con el 503, el BMW se despidió definitivamente de las formas anteriores a la guerra, con compartimientos de motor altos y estrechos y guardabarros curvos y expuestos. La carrocería al ras, con las puertas y los guardabarros alineados, tenía un estilo moderno. El capó largo y la cabina corta presentaban cuatro ventanas que se podían bajar. Era más un descapotable falso que un cupé normal. La parrilla de riñón estrecha y alta se inspiró en el último cupé de BMW, construido antes de la Segunda Guerra Mundial.

En el interior, el 503 presentaba un interior lujoso para la época, con capacidad para cuatro personas. Se ofrecía con dos volantes diferentes, uno de cuatro radios que parecía una X y otro de dos radios que evocaba el ala de un avión. Los tres diales del tablero estaban cubiertos por un pequeño borde en la parte superior. Fue el comienzo del cuadro de instrumentos. Se montó una radio en el centro.

El motor V8 de 3.2 litros ofrecía 140 hp. A diferencia del 300 SL, que contaba con un sistema de combustible de inyección directa, el equipo de ingeniería de BMW eligió el clásico sistema de carburador. La potencia iba a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de 4 velocidades.