La Serie 8 de BMW reemplazó a la antigua y envejecida Serie 6, que se lanzó a fines de los años 70.
Fue el primer vehículo GT verdadero del fabricante de automóviles y es uno de los mejores BMW fabricados en los años 90. Era un automóvil completamente nuevo y el aspecto era diferente al de cualquier otro automóvil que luciera el círculo azul y blanco.

BMW no tenía demasiados autos con faros emergentes, pero a finales de los 80, esta era la característica más interesante. Antes de la Serie 8, solo el Z1 y el M1 tenían faros emergentes.

El elegante diseño era típico de un vehículo GT, con un cofre largo, una cabina espaciosa y un baúl corto. Pero a diferencia de otros vehículos GT de esa época, la Serie 8 tenía 4 asientos reales. No había mucho espacio en la parte de atrás, pero para distancias cortas estaba bien.

El interior se adelantó a su tiempo. No tenía un sistema de navegación, pero tenía una complicada computadora de a bordo y un sistema de audio muy potente. Los finos asientos delanteros individuales se fabricaron principalmente para brindar comodidad, pero se reforzaron para que sus ocupantes pudieran permanecer quietos en las curvas cerradas. Y, con la suspensión M-Technic opcional, fue realmente rápido en una carretera sinuosa.

Para el tren motriz, BMW ofreció tres opciones: un V8 de 4.0 litros, un V12 de 5.0 litros y un V12 de 5.2 litros.