BMW finalmente decidió ingresar al mercado de los SUV de 7 asientos con el 2018 X7, un vehículo que era un competidor directo del Mercedes-Benz GLS y el Audi Q7.
Cuando BMW lanzó su primer X5 en 1999, construyó una fábrica para ese automóvil en los EE. UU. Fue el éxito instantáneo del año. Con algo de tecnología transferida del Land Rover, las ventas del X5 se dispararon. A diferencia del ML, presentaba una carrocería unibody y eso lo hacía más liviano. Lo mismo ocurre con el X7, que en realidad es un X5 más grande.

La parte delantera del coche era la parte más discutible del vehículo. La gran rejilla ya no parecía un par de riñones. Eran simplemente enormes con listones verticales que podían abrirse y cerrarse para ayudar a la gestión térmica del motor. A los lados, las puertas eran lo suficientemente grandes como para permitir un cómodo acceso al interior.

La cabina se inspiró en el modelo Serie 7, con amplio espacio para cada pasajero. Los 7 asientos del automóvil estaban tapizados en cuero. Estaba disponible un techo de vidrio de tres piezas, lo que garantizaba un interior luminoso y una sensación de amplitud para los pasajeros. El grupo de pantallas de nuevo diseño que formaba parte del BMW Live Cockpit Professional de serie incluía una pantalla de control y un grupo de instrumentos totalmente digital de 12,3 pulgadas cada uno.

Para el departamento de motores, el BMW X7 estaba equipado con dos unidades de gasolina y un diesel de 3.0 litros ofrecido en dos versiones, una equipada con cuatro turbocompresores. La transmisión estándar era una automática de 8 velocidades.