El 101 fue el último Bugatti construido por la familia Bugatti.
Fue la última lucha por revivir la famosa marca. Desafortunadamente, el automóvil no fue la resurrección que necesitaba la marca de lujo francesa.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el fabricante de automóviles Bugatti luchaba por sobrevivir. No había dinero en el mercado para autos lujosos. Ettore Bugatti murió en 1947, dejando a su segundo hijo, Roland, a cargo de la empresa. Trató de construir un nuevo vehículo basado en el chasis del Tipo 57. Era el 101, el auto que debía reiniciar la empresa.

Solo se construyeron seis vehículos, y no todos eran descapotables. El Type 57 presentaba una distancia entre ejes larga, demasiado grande para un convertible normal, pero Roland no tenía el dinero para desarrollar un nuevo chasis. El diseñador ocultó esa larga distancia entre ejes con la adición de algunas ventilaciones en los guardabarros delanteros y la pintura bicolor de la carrocería. Sus formas redondeadas y paneles tipo pontón hacían que el auto pareciera más bajo de lo que realmente era. El techo de lona era más barato de construir que un techo rígido.

El interior presentaba un tablero de instrumentos con algunas esferas redondas y un acabado en negro piano. Una característica inusual para esos tiempos fue la palanca de cambios montada en la columna de dirección. Era un selector eléctrico que cambiaba las marchas con dos dedos, pero había que usar el embrague. Solo se fabricaron cuatro convertibles, tres de ellos por Gangloff y uno por Virgil Exner/Ghia. Este último presentaba un chasis acortado.

El Type 101 presentaba un motor de ocho cilindros en línea con una cilindrada total de 3,3 litros. Estaba disponible con o sin supercargador. El motor era una versión mejorada del Tipo 57, con un sistema de carburador de tiro descendente en lugar de los horizontales Stromberg.