El primer automóvil diseñado por Jean Bugatti se convirtió en uno de los automóviles más valiosos a nivel mundial y también introdujo varias mejoras técnicas.
Bugatti ya era conocido por sus autos de alto rendimiento y las victorias en las pistas de carreras. La marca francesa estaba en su apogeo y Jean Bugatti comenzó a presionar a su padre para que construyera un nuevo roadster para reemplazar el modelo Type 43, que los clientes aún apreciaban. Al final, Ettore Bugatti estuvo de acuerdo, y el Tipo 55 nació y se presentó en el Salón del Automóvil de París de 1931.

En el exterior, el automóvil lucía el diseño de herradura para la parrilla del radiador con los faros sostenidos por una barra horizontal arqueada y cromada junto con el logotipo de EB. El sobrealimentador sobresalía del compartimento del motor, justo entre el radiador y el eje delantero. Sus ruedas pulidas de ocho radios eran inusuales en una época en la que otros vehículos todavía presentaban radios cableados. Una parte trasera corta servía como baúl en la parte trasera, pero el techo de lona retráctil no se podía guardar dentro.
No había puertas para entrar al pequeño vehículo, pero eso no era un problema para aquellos tiempos. Los dos ocupantes tenían que sentarse en la parte baja del coche en dos asientos individuales separados por la palanca de cambios. Jean Bugatti instaló los diales y los indicadores en el centro del tablero de instrumentos.

Ettore Bugatti era obstinado y no quería aceptar un motor de doble árbol de levas, pero finalmente aceptó la idea de Jean y produjo uno de los mejores motores del mercado. Era una versión desafinada del motor instalado en el automóvil Type 51 Grand Prix. Su unidad sobrealimentada de 2.3 litros y ocho cilindros en línea proporcionaba 130 hp, que era una cifra enorme para aquellos tiempos.