El Cadillac CTS-V 2003 fue la respuesta que la lujosa marca estadounidense dio al mercado cuando sus clientes pedían más desempeño en sus vehículos.
El nuevo modelo marcó el regreso de la marca americana al ámbito deportivo. El Cadillac fue un competidor importante con carreras en las 24 horas de LeMans en 1954. Pero después de eso, la marca se dedicó a la comodidad y el lujo.
En 2002, Cadillac reemplazó el antiguo modelo Catera, que era un Opel/Vauxhall Omega europeo rebautizado, con el nuevo CTS. Era un sedán de lujo de tamaño mediano pero con un aspecto extraño para un Cadillac. Sus formas angulosas y sus faros altos eran algo que los compradores habituales no esperaban. Pero los compradores más jóvenes se enamoraron de él. La versión CTS-V llegó un año después.
El interior era una mezcla entre el aspecto clásico de Cadillac y algunos vehículos Saab modernos. Con la consola central grande y alta, inspirada en la aviación, el CTS-V fue algo único en la alineación de la marca estadounidense.
La mayor sorpresa estuvo debajo del capó, donde se dejó caer el motor LS6. Era el mismo motor del Chevrolet Corvette C05 y, por supuesto, la misma caja de cambios manual Tremec de 6 velocidades. Fue el primer Cadillac que se ofreció con transmisión manual estándar desde mediados de los años 80. También fue el primer Cadillac que pudo competir contra vehículos como el BMW M5 o el Mercedes-Benz E 55 AMG.