Aprovechando su terreno local, Citroën eligió el Salón del Automóvil de París de 2012 para presentar una versión ligeramente mejorada del C3 Picasso con el fin de luchar contra todos los demás nuevos monovolúmenes del segmento B que han estado abarrotando el mercado en los últimos años.
Las nuevas características de estilo incluyen un parachoques delantero renovado con los nuevos chevrones junto con luces LED de conducción diurna agregadas en la parte inferior de los marcos de las luces antiniebla. Los franceses también actualizaron los asientos de tela, agregaron cuero Mistral Claudia opcional, rediseñaron las aleaciones y agregaron cosas útiles como USB y Bluetooth, además de faros antiniebla disponibles con iluminación estática en las curvas, un espejo retrovisor interior electrocromo.