El DS19 Cabrio fue la prueba de que un pequeño carrocero podía convencer a un importante fabricante de automóviles para que produjera un vehículo que no deseaba fabricar.
Cuando Citroën presentó el DS en el Salón del Automóvil de París de 1955, se convirtió en todo un éxito. Fue el coche más exitoso de la historia, y sus primeras 24 horas de ventas fueron tan altas que solo el Tesla Model 3 pudo superarlas décadas después. Pero en 1955, las órdenes se hacían en persona o por teléfono, y un ejército de empleados tenía que escribirlas a máquina. La dirección de Citroën estaba contenta mientras los pedidos siguieran llegando, pero se olvidaron de desarrollos particulares. Era una era en la que la gente volvía a disfrutar de la libertad y los vehículos descapotables empezaron a aparecer en la oferta de la mayoría de las automotrices. Pero Citroen consideró que el 2CV descapotable era suficiente para ellos. Para sus clientes, no lo era.

Henry Chapron, un pequeño empresario, fue un carrocero que trabajó para varios fabricantes de automóviles antes de la Segunda Guerra Mundial. Tomó un DS estándar, reforzó su estructura y cortó su techo. Hizo el primer DS descapotable y lo presentó en el Salón del Automóvil de París de 1958. Las órdenes comenzaron a acumularse y él apenas podía seguirles el ritmo. Trató de convencer a la gerencia de Citroen para que le vendiera productos DS sin terminar, sin ventanas traseras, laterales y puertas traseras para que pudiera transformarlos en descapotables. No estaban de acuerdo, por lo que tuvo que comprarlos a varios distribuidores. Además, animaba a sus clientes a comprar los coches y obtenerlos para convertirlos.

Esa situación duró casi dos años antes de que Citroen finalmente llegara a un acuerdo con el carrocero francés. El fabricante de automóviles suministró carrocerías vacías a Chapron, él las convirtió y Citroen las vendió a través de su red de concesionarios recién a partir de 1960.