Citroen introdujo el segmento compacto ZX en 1991, cinco años después del despido de su predecesor, el GSA, que estaba en el mercado desde 1970.
El fabricante de automóviles francés presentó la línea ZX para llenar el vacío entre el AX de tamaño pequeño y el modelo BX de tamaño mediano. Para los estándares de aquellos tiempos, el nuevo hatchback era una respuesta adecuada para el Golf y, lo que es más importante, para el Renault 19 hatchback.

Con un diseño firmado por Bertone Studio, el ZX mostró un aspecto fresco, diferente a cualquier otro Citroen. La nueva gama también marcó un alejamiento de las líneas angulosas del BX y un acercamiento a la era del biodiseño, que estaba a punto de comenzar. Los bordes rasurados y las esquinas ligeramente suavizadas le dieron un aspecto moderno al hatchback compacto. Su versión de cinco puertas lo convertía en un excelente vehículo familiar, especialmente para familias jóvenes.

En el interior, el fabricante de automóviles montó un tablero plano con un grupo de instrumentos de apariencia cuadrada. En la consola central, según opciones, instalaba un radiocasete, debajo el climatizador y el cenicero. En los niveles de equipamiento estándar, el ZX presentaba ventanas acodadas, mientras que los modelos de opciones completas presentaban ventanas eléctricas.

Citroën instaló una amplia gama de motores diésel y gasolina acoplados de serie a una manual de cinco velocidades. Para versiones seleccionadas, agregó una automática de cuatro velocidades en la lista de opciones. La plataforma técnica del ZX era muy avanzada para aquellos tiempos, con suspensión independiente en todas las esquinas y barra de torsión en la parte trasera. Además, el fabricante de automóviles diseñó sus propios amortiguadores cuando los proveedores de repuestos no pudieron ofrecer algo adecuado.