En 1997, Daihatsu renovó el Applause y dejó caer el motor del carburador mientras mejoraba la apariencia del automóvil.
A pesar de sus esfuerzos por ofrecer un vehículo económico, confiable y cómodo, Daihatsu se vio obligado a admitir que al Applause no le estaba yendo bien en el mercado. En Europa, sus principales competidores de Francia, Alemania e Italia tenían ventaja y los clientes se mostraban reacios a gastar su dinero en Applause. En 1997, el fabricante de automóviles probó una actualización final para el vehículo de segmento pequeño de siete años.
Daihatsu actualizó el aspecto del automóvil e instaló parachoques más grandes tanto en la parte delantera como en la trasera, aumentando la longitud del vehículo. La fascia delantera estaba adornada con un marco cromado para la parrilla, pero los faros mantuvieron su forma original. Su parachoques delantero lucía un faldón inferior con otra toma de aire y dos tomas de aire laterales. Para complementar las señales de giro delanteras, Daihatsu instaló dos luces laterales adicionales en los guardabarros delanteros. En la parte trasera, dependiendo del nivel de equipamiento, el fabricante de automóviles agregó llantas cromadas alrededor de las luces traseras rediseñadas.
Para el interior, una mejor tapicería solucionó parte del problema, mientras que el techo corredizo y los cuatro elevalunas eléctricos ofrecidos como opción deberían haber atraído a más clientes, pero el resultado no fue el esperado.
Debajo del capó, Daihatsu mantuvo el motor de inyección de combustible de 1.6 litros, que se combinó con una transmisión manual de cinco velocidades o, como opción, una automática de cuatro velocidades.