La experiencia de Daihatsu en autos pequeños era obvia e introdujo el Sirion en 1998 como un vehículo del segmento subcompacto y lo exportó desde Japón.
Aunque el nombre de Charade era más conocido, Daihatsu tomó una decisión audaz y cambió el nombre de la alineación en lugar de simplemente llamarlo una nueva generación. Pero era más que un modelo nuevo; era un concepto nuevo. El automóvil apuntaba a un nivel superior, con vehículos mejor equipados. Ya no era solo una caja sobre ruedas o, al menos, intentaba no serlo.
Daihatsu tardó en tomar la decisión de implementar la tendencia del biodiseño en su línea, pero el Sirion la adoptó. Presentaba faros delanteros inclinados hacia atrás en forma de lágrima con las señales de giro montadas en sus lados superiores. Una rejilla redondeada atravesada por un listón horizontal llenaba la mayor parte del área entre los faros, y el fabricante de automóviles encontró la manera de instalar dos faros antiniebla en la parte inferior del parachoques. Desde sus costados, el Sirion sorprendió a los clientes con su línea de cintura curva ascendente sobre las puertas traseras y la última fila de ventanas colocadas detrás de ellas. En la parte trasera, el automóvil subcompacto presentaba luces traseras en forma de lágrima similares a las de los faros.
En el interior, el Sirion ofrecía espacio para cuatro adultos, poniendo fin a la amplitud “cuatro” de los interiores del Charade. El tablero fue claramente un gran paso adelante con un diseño avanzado. Su panel de instrumentos y consola central compartían la misma cubierta que continuaba en el lado del pasajero con un área de almacenamiento abierta. Dado que Daihatsu era parte de Toyota Motor Corporation, tomó algunas ideas de su hermano mayor e instaló los controles de clima sobre el estéreo.
Debajo del capó, el fabricante de automóviles instaló una selección de dos motores, ambos de gasolina. Daihatsu los combinó con una caja de cambios manual de cinco velocidades.