El Fiat 850 ya tuvo éxito en el mercado como hatchback de 3 puertas y como cupé.
La adición de la versión descapotable no fue más que un mayor placer para su conductor.
Fiat ya era conocida por sus vehículos de pequeño tamaño, con sus muy buenos motores de bajo consumo. Modelos como el 500 y el 600 ya cruzaban el continente europeo y conseguían aparcamientos donde ningún otro coche cabía. El 850 era un vehículo más grande, por lo que cabían cuatro adultos. Pero también había una demanda creciente de vehículos descapotables. Utilizando la misma plataforma, Fiat logró presentar el 850 Spider en 1965, simultáneamente con el 850 Coupe, en el Salón del Automóvil de Ginebra.
Fiat contrató a los estudios Bertone para diseñar la versión descapotable del 850, y partió de la versión cupé. Estrechó la parte delantera y logró construir uno de los roadster italianos más clásicos, además del Alfa Romeo Spider. Su parabrisas inclinado y el techo completamente oculto detrás de los asientos dejaban una imagen limpia del roadster. Debido a la arquitectura del motor trasero y la pequeña distancia entre ejes, el automóvil solo podía acomodar a dos pasajeros a bordo.
En el interior, Fiat le pidió a Bertone que trasladara la mayoría de las piezas del cupé para reducir costos. Un grupo de instrumentos de cinco diales se instaló en un tablero de instrumentos plano dividido en dos áreas separadas, por lo que le dio al conductor una sensación de auto de carreras. Una palanca de cambios montada en el piso y un cenicero colocado en el medio del tablero eran las principales características visibles del automóvil.
Fiat instaló el motor de 0.9 litros del Coupe y lo combinó con una caja de cambios manual de 4 velocidades debajo del capó. El motor de 49 hp se actualizó en 1968 y ganó otros tres caballos.