Fiat revolucionó sus procedimientos de fabricación de automóviles, y el Ritmo fue su primer producto soldado y ensamblado por robots, elevando los estándares de calidad y reduciendo los costos de producción.
El fabricante de automóviles italiano necesitaba un hatchback compacto para luchar contra el todopoderoso Volkswagen Golf, e hizo la mayoría de los movimientos correctos desde el diseño hasta el producto final. No funcionó muy bien en el departamento de motores y en el sistema de control de calidad.
Fiat contó con su propio centro de diseño (Centro Stile Fiat), mientras que para el descapotable trabajó con Bertone Studio. En la parte delantera, el automóvil presentaba un par de faros delanteros redondos rodeados por un parachoques de plástico envuelto en la parte inferior y por el capó en la parte superior. El Ritmo estaba disponible como hatchback de tres y cinco puertas. Por sus laterales, las manillas de las puertas negras, redondas y al ras de la carrocería, eran únicas en el mercado. En la parte trasera, los diseñadores hicieron una pequeña elevación en la parte trasera del techo, mejorando el flujo de aire. El Ritmo lucía un coeficiente aerodinámico de 0,3, uno de los más bajos de la industria automotriz de aquellos tiempos.
En el interior, el fabricante de automóviles creó un interior muy espacioso y asientos para cinco adultos. Sin embargo, el que está en el medio del banco trasero debería haber sido más pequeño. Fiat introdujo una nueva forma para el salpicadero con un área superior inclinada y un cuadro de instrumentos cuadrado que proporcionaba un reloj digital en un lado. En el panel de instrumentos, el fabricante de automóviles incluyó dos grandes diales para el velocímetro y el tacómetro. El nivel de combustible estaba dispuesto verticalmente en la parte inferior y el indicador de temperatura del refrigerante en la parte superior entre ellos. Para ampliar el maletero, Fiat instaló un respaldo plegable de una pieza.
Bajo el capó, Fiat ofrecía una selección de motores que oscilaban entre gasolina de 1,1 litros y 1,5 litros. Más tarde, añadió las versiones más potentes de 1.6 litros de 105 CV y Abarth de 125 CV. En 1980 se introdujo una unidad diésel.