La intención de Ford con el Capri era crear el pony car propio de Europa: un cupé con motor delantero y tracción trasera, rendimiento deportivo y precio asequible.
Y en 1968 lo hizo con la presentación del modelo de primera generación que ves aquí. El automóvil se basó mecánicamente en el Cortina y se fabricó en la planta de Halewood en el Reino Unido, la planta de Genk en Bélgica y las plantas de Saarlouis y Colonia en Alemania. Una forma de hacerlo asequible era ofrecerlo con una amplia gama de motores, desde un V8 de 1.3 hasta uno de 5 litros. La suspensión delantera usaba puntales MacPherson, mientras que la trasera adoptaba las ballestas clásicas y un eje vivo.

FORD Capri 1969 - 1974
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