También conocido como Capri MKIII, el cupé de 1978 de Ford para el mercado europeo fue un Capri MKII de 1976 muy revisado.
Ford hizo que el Capri fuera el gran turismo de todos. Ofrecía un estilo similar al precio de un sedán familiar normal. No es de extrañar que, en 1977, el Capri fuera el séptimo automóvil más vendido en el Reino Unido. Ford presionó más a sus ingenieros para hacer que el vehículo fuera aún más eficiente en combustible y mejorar la aerodinámica y los sistemas de propulsión. Afortunadamente, no cambió su forma general.
En la parte delantera, el Capri de 1978 presentaba un diseño mejorado con faros cuádruples. Su rejilla de plástico se asemejaba a la misma idea del Fiesta y Granada. En la parte inferior, un faldón reducía la cantidad de aire que entraba debajo del coche. Estas modificaciones mejoraron la aerodinámica del automóvil en casi un seis por ciento y redujeron la sustentación en un 18 por ciento. En la parte trasera, se montó un spoiler en versiones específicas. Todas estas modificaciones redujeron el consumo de combustible en un diez por ciento. Otro detalle particular del Capri de 1978 fueron las manijas de las puertas y el entorno de las ventanas en negro mate. Los modelos posteriores presentaban parrillas y espejos exteriores codificados por colores.
Por dentro, la versión base era simple y, de alguna manera, aburrida. Por otro lado, la versión Sport estaba disponible con asientos deportivos tipo butaca Recaro y un tablero completo con radiocassette original Ford.
Debajo del capó, Ford mantuvo los motores base para sus ventas de alto volumen, pero agregó motores impresionantes, como la versión de inyección de combustible de 2.8 litros combinada con una manual de 5 velocidades. En Sudáfrica, un taller en particular solía instalar el gran motor Ford V-8 de 5.0 litros en el Capri. Pero el morro era demasiado pesado y el ágil automóvil se volvió inestable.