En 2000, Ford presentó la Explorer Sport Trac como una camioneta basada en Explorer en el mercado estadounidense para aquellos que buscan un vehículo utilitario de ocio.
Si bien el Ford F150 siguió siendo el vehículo más vendido en el mundo, Ford notó que los clientes comenzaron a buscar vehículos que trabajaran menos para remolcar sus botes o remolques a las áreas de campamento. Vehículos como Honda Ridgeline, Nissan Frontier o Toyota Tacoma ya estaban en el mercado y empezaron a robarle clientes a Ford. El Sport Trac se basó en la misma plataforma que el Explorer y compartió la mayoría de sus características de comodidad.
Menos resistente, más suave en los bordes y con guardabarros de plástico, el Explorer Sport Trac fue uno de los vehículos que se destacó de la alineación de Ford. A diferencia de la Serie F, que presentaba un cuarto de panel que comenzaba detrás de las puertas traseras y terminaba detrás del automóvil, la Sport Trac lucía una caja distinta. La parte delantera, hasta los pilares C, se parecía a la línea Explorer con faros, puertas y ventanas similares.
En el interior, Ford instaló un tablero similar al de un automóvil con líneas suaves y líneas curvas sobre el grupo de instrumentos. Sus esferas blancas se asemejaban a los autos deportivos, a pesar de que presentaba más indicadores que un vehículo de calle normal. Encima de la consola central, el equipo de diseño instaló dos salidas de aire y debajo de ellas el CD-Stereo. Ford ofreció dos asientos de cubo en la parte delantera y un banco plegable dividido en la parte trasera.
Debajo del capó, Ford instaló los mismos sistemas de propulsión del Explorer, con un V6 de 4.0 litros como versión base, mientras que se ofreció el V8 de 4.6 litros para aquellos con prisa o con un bote adjunto detrás.