Ford presentó la décima generación de su camioneta F-150 en 1996 y mostró una desviación del diseño de estilo cuadrado de su predecesor.
La serie F-150 fue el vehículo más vendido del mundo, y Ford tuvo que mejorarlo para estar a la altura de sus competidores, que intentaron robarle la corona. Para eso, la marca del óvalo azul revisó el chasis e introdujo nuevos motores y transmisiones. Estaba disponible en algunas versiones de camarote y cabina, y la más corta, llamada Regular Cab, era el verdadero caballo de batalla de la familia.
Para el modelo de 1997, los diseñadores se tomaron su tiempo para lograr una imagen distintiva para el F150. En la parte delantera, el F150 lucía una fascia delantera con bordes redondeados y una parrilla trapezoidal invertida. El parachoques era del color de la carrocería o cromado, según el nivel de equipamiento, y lucía un par de faros antiniebla montados en el lado exterior, con una entrada de aire estrecha adicional entre ellos. Ford ofreció la camioneta con la opción de dos camas en la parte trasera, una de 6 pies y 5 pulgadas y otra de 8 pies (1,98 m y 2,43 m) y dos distancias entre ejes.
En el interior, los diseñadores desecharon las líneas rectas de su predecesor e imaginaron curvas fluidas y un grupo de instrumentos de forma ovoide. Según las opciones, el F150 presentaba dos asientos individuales o un banco plegable dividido 60/40 con un amplio apoyabrazos en el medio. El fabricante de automóviles equipó la camioneta con ventanas eléctricas, cerraduras eléctricas en las puertas, espejos eléctricos, control de clima y un reproductor de casete estéreo en los niveles superiores de equipamiento.
Debajo del capó, Ford instaló una selección de tres motores combinados con una transmisión manual de cinco velocidades o una transmisión automática de cuatro velocidades. La potencia iba a la parte trasera oa las cuatro ruedas a través de una caja de transferencia con una marcha de rango bajo.