La tercera generación del Ford Focus debutó en el Salón del Automóvil de América del Norte de 2010 como modelo de 2012.
Estuvo disponible en las tiendas en 2011 en tres versiones: sedán, hatchback y station-wagon.
El Focus demostró ser una historia de éxito para Ford. El vehículo compacto se vendió en muchos países del mundo y se ofreció en varias formas y con diferentes motores y transmisiones. Desde vehículos lentos pero de bajo consumo de combustible hasta monstruos de 300 hp con tracción en las cuatro ruedas que trituran asfalto. Las versiones hatchback y station wagon fueron las más populares del mercado.
La carrocería era más aerodinámica y contaba con la nueva cara hexagonal de la parrilla del radiador. Sus faros se acercaban más a los que se encuentran en el Mondeo, añadiendo más refinamiento al conocido vehículo de tamaño compacto. Las luces traseras presentaban un diseño controvertido, con el lado medio más largo que los lados superior e inferior.
En el interior, había una nueva disposición de la cabina. El modelo base presentaba una unidad de infoentretenimiento de 4”, pero una unidad de pantalla táctil más grande de 8” estaba disponible como opción. Presentaba conectividad Bluetooth y paquete de conectividad SYNC con control de voz y navegación.
El automóvil presentaba una gama de motores de cuatro cilindros, diésel o gasolina. Su potencia oscilaba entre los 95 y los 180 CV. Estos se combinaron a través de una transmisión manual de 6 velocidades o una transmisión automática de doble embrague de 6 velocidades. La suspensión independiente en las cuatro ruedas aseguraba una buena velocidad en las curvas.