Ford mezcló un estilo exterior audaz con una plataforma deportiva tomada de Mazda6, y el resultado fue el Fusion 2006, y luego agregó algunas actualizaciones para el modelo 2008.
A pesar de la crisis financiera mundial, Ford decidió impulsar el sedán mediano, tratando de superar a sus competidores que luchaban por ahorrar sus recursos para enfrentar los tiempos difíciles, y su estrategia funcionó bien. No quería ser una versión estadounidense de un Camry o un Accord, pero logró ofrecer a sus clientes un sedán de tamaño mediano que parecía más lujoso e innovador.

El modelo 2008 presentaba un frente renovado con listones cromados horizontales más gruesos sobre la parrilla. Sus faros inclinados hacia atrás en la parte superior se parecían a su hermano europeo que compartía su nombre Fusion, a pesar de que era un pequeño hatchback. Su parachoques delantero era diferente, según el nivel de equipamiento, y lucía una amplia abertura en la parte inferior con un contorno cromado o una rejilla de dos listones cromados.

En el interior, Ford instaló una selección de grupos de instrumentos según el nivel de equipamiento. Eso era inusual para cualquier fabricante de automóviles en esos tiempos. Estaba disponible con un diseño de cuatro diales inspirado en el Mondeo europeo, disposición de tres diales o un diseño muy moderno que lucía el velocímetro en el medio flanqueado a ambos lados por pantallas LCD.

Como compartía sus bases con el Mazda 6, el Fusion recibió un V-6 y un sistema de tracción total, que llegaron a completar la oferta de propulsión. La versión base retuvo la unidad de cuatro cilindros en línea del modelo 2006. También vino con una versión híbrida de bajo consumo de combustible, lo que demostró que podía funcionar a un costo por milla más bajo que sus principales competidores, el Camry y el Accord.