La tercera generación de la Ford Ranger hizo su aparición en 1997 como modelo de 1998, pero fue rediseñada y con mejores características solo dos años después.
Mientras que la Serie F era la reina de las camionetas, su hermana menor, la Ranger, intentó abrirse camino en el mercado con un diseño exterior similar. A diferencia de su hermano europeo, que se ofrecía con motor diésel, la versión americana estaba equipada exclusivamente con unidades de gasolina y, en la versión Regular Cab, con una cama más grande en la parte trasera.
Ranger no debía avergonzarse de sus hermanos mayores. Para mostrar eso, presentaba una fascia delantera similar, con la clásica parrilla negra. A diferencia del modelo de 1998 sin remodelación, el Ranger 2000 presentaba faros diferentes, con las señales de giro instaladas en el lado exterior de los faros y no debajo de ellos. Otra modificación importante fue el paragolpes delantero de plástico, que reemplazó al anterior, metálico y cromado. Ambos vehículos eran muy similares en la parte trasera, con solo algunos toques en las puertas traseras del modelo 2000.
Por dentro, el Ranger era una mezcla entre una camioneta y un automóvil normal. La consola central presentaba los controles de clima y el estéreo. Ford eligió instalar una palanca de cambios en la columna para vehículos equipados con transmisión automática, mientras que para aquellos con transmisión manual, Ranger tenía una palanca de cambios montada en el piso.
Ford ofreció el Ranger con un motor de cuatro cilindros en línea o V6, tracción trasera o en las cuatro ruedas. Antes de 2001, el fabricante de automóviles instaló una unidad antigua de 2,5 litros, que se actualizó a una unidad de 2,3 litros más potente y moderna.