El Caprice rompió sus lazos con la familia Opel y saltó sobre el Atlántico para buscar un hermano más poderoso.
Luego, volvió a Australia para flexionar sus músculos.
Una distancia entre ejes larga tenía sus ventajas en viajes largos, ofreciendo más comodidad para los asientos traseros de los pasajeros. Es por eso que Holden decidió presentar el Caprice, una versión más larga del conocido sedán Commodore. El modelo 2006 fue el sedán de tracción trasera más grande ofrecido por GM. Fue construido para políticos estatales, empresarios y funcionarios gubernamentales.
Con su borde cromado alrededor de la parrilla de forma pentagonal y sus faros angulares de barrido, el Caprice/Statesman mostró respeto dondequiera que fuera. Algunas líneas podrían haberse parecido al diseño de Opel, pero el aspecto general estaba lejos de serlo. En comparación con el resto del vehículo, las puertas traseras largas y la plataforma corta hacían que el automóvil pareciera más dinámico.
El interior no era más que opulencia. Estaba destinado a viajes cómodos con sus amplios asientos para los pasajeros delanteros y el banco trasero perfilado. Los ocupantes de los asientos traseros podían disfrutar de películas en las pantallas instaladas en los reposacabezas de los asientos delanteros, con el reposabrazos central abatido y los portavasos entre ambos.
La principal diferencia entre el Caprice y el Statesman eran las opciones. Pero el ingrediente común fue el compartimiento del motor. Ambos se ofrecieron con un motor V6 o V8. Este último era un diseño antiguo, sin desactivación de cilindros, dos válvulas por cilindro y distribución por varillas de empuje. El V6 era más eficiente en combustible y se combinaba con una caja de cambios automática moderna.