En 1999, Honda trató de lanzar un vehículo de alta eficiencia de combustible con un motor de gasolina y electricidad debajo del capó, pero no fue una revolución.
Toyota tuvo un mejor comienzo con el Prius, que se lanzó a fines de 1997. Honda esperó otros dos años e introdujo la primera generación del Insight en 1999. Fue diseñado como un automóvil de cercanías y anunciado con una eficiencia de combustible muy optimista. Su problema era que, en la vida real, un Civic era casi tan económico como el Insight, pero ofrecía cuatro puertas.
El cupé tipo jabón era intrigante y atrajo mucha atención cuando Honda lo introdujo en el mercado norteamericano. Sus faros en forma de lágrima y su aspecto futurista eran inusuales para aquellos tiempos. Después del capó largo, comparado con la longitud del automóvil, el parabrisas inclinado y el invernadero bajo y arqueado hacían que el vehículo pareciera un juguete. En la parte trasera, las luces traseras triangulares montadas en alto eran muy visibles y la introducción de un panel de vidrio vertical en la puerta trasera mejoró enormemente la visibilidad trasera.
En el interior, el Insight presentaba un par de asientos reforzados en la parte delantera y un gran estante en la parte trasera, como un baúl. El grupo de instrumentos en parte digital, en parte analógico ayudó al conductor a reducir el consumo de combustible y mostró constantemente su eficiencia.
Debajo del capó, el Insight de 1999 presentaba un motor de gasolina de 3 cilindros y un motor eléctrico. El conjunto se combinó con una caja de cambios manual de 5 velocidades. Honda introdujo una CVT en 2000.