La tercera generación del iX35/Hyundai Tucson se revisó en 2018.
Se presentó en el Auto Show de Nueva York como modelo 2019 y recibió actualizaciones importantes.
Hyundai ganó respeto en el mercado debido a su factor de confiabilidad y los precios justos de sus productos. La tercera generación de Tucson enfrentó una tendencia de ventas ascendente y logró entregar más de 300.000 unidades en sus primeros tres años en el mercado. Para mantener el impulso, la empresa automovilística coreana hizo un lavado de cara a su SUV compacto. Según el mercado, el automóvil se llamaba iX35 o Tucson.
En el exterior, había una nueva “parrilla en cascada”, un nuevo par de faros que incorporaban las luces diurnas LED. Mientras que los DRL se movieron hacia arriba, se rediseñó el parachoques. Para la N-Line, el alerón delantero era más agresivo, con grandes tomas de aire laterales. En la parte trasera, las luces de marcha atrás eran más pequeñas y se trasladaron al portón trasero. El parachoques trasero también fue rediseñado.
El interior recibió una importante actualización para incluir un tablero de nuevo diseño con salidas de aire más bajas ubicadas en el centro y una pantalla de unidad principal montada en alto. La consola central, el espejo retrovisor y el grupo de instrumentos también se han mejorado. La asistencia para evitar colisiones frontales (FCA) y la asistencia para mantenerse en el carril (LKA) se incluyeron en la configuración estándar.
Debajo del capó, se incluyeron dos nuevos motores: un 2.0 y un 2.4 litros, que ofrecían 164 hp y 181 hp, respectivamente. Ambas versiones estaban acopladas a la caja de cambios automática Shiftronic de seis velocidades.