La segunda generación del Infiniti FX se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2008.
Por primera vez, estaba preparado para ser vendido en Europa, con motores diésel.
El FX no era un SUV pequeño y mientras que en el mercado estadounidense no era un problema equiparlo con un gran motor de gasolina, los europeos preferían una versión diésel. Es por eso que el FX 2008 estaba bien equipado con motores de bajo consumo y, mucho más importante, cajas de cambios automáticas de 7 velocidades.
El diseño era muy audaz, con una fascia delantera en ángulo con forma de tiburón. La pequeña cabina con techo redondeado se inspiró en los autos deportivos. El diseño de la parrilla 3D estaba muy avanzado en aquellos tiempos y los faros se asemejaban a los ojos de un gran tiburón blanco.
El interior era lujoso, digno de un SUV premium. Para las zonas de contacto se usó cuero natural, mientras que en la parte inferior y lateral de los asientos se utilizó cuero sintético. La unidad de infoentretenimiento fue una evolución del sistema desarrollado para el Nissan Primera pero con una pantalla a color y una vista de 360 grados por primera vez en el mundo.
La plataforma se revisó en gran medida, con una doble horquilla en la parte delantera y un enlace múltiple en la parte trasera. También había una opción para la dirección en las ruedas traseras, en las versiones S (FX37S y FX50S). Un control de amortiguación continuo adaptativo estaba en la lista de opciones.