Con la presentación de la gama XF en otoño de 2007, Jaguar abrió un nuevo capítulo en su gama de modelos.
Jaguar estaba perdiendo dinero y eso preocupaba a Ford. A principios de 2007, aparecieron los primeros signos de una futura crisis y el fabricante de automóviles tuvo que actuar con rapidez. El tiempo no estaba de su lado, y no podía posponer la presentación del nuevo vehículo, y en lugar de usar una plataforma única, completamente de aluminio, el automóvil tuvo que apegarse a las bases más antiguas del S-Type. Jaguar transfirió la mayoría de los motores de los productos de Ford, por lo que el XF estaba listo y se presentó en septiembre de 2007 en el Salón del Automóvil de Frankfurt. Por lo tanto, elevó los precios de las acciones de Jaguar-Land Rover y obtuvo ganancias cuando vendió el fabricante de automóviles británico a Tata Industries en 2008.
Cuando Ian Callum diseñó el auto, trató de que pareciera un cupé de cuatro puertas, y lo logró. Los faros presentaban un diseño inusual, con un faro redondo que se entrometía en el espacio del capó. Su parrilla de malla cromada se parecía a los Jaguars más antiguos, mientras que el parachoques envolvente lucía un aspecto agresivo con una sección central rectangular.
En el interior, Jaguar hizo una revolución en el diseño interior con sus rejillas de ventilación giratorias, los botones sensibles al tacto para la iluminación ambiental interior y la guantera. En la consola central, el selector de marchas giratorio se levantó automáticamente después de que el motor arrancó. Sus asientos delanteros individuales y su cómoda banqueta trasera ofrecían espacio para cuatro personas debido al alto túnel central.
Debajo del capó, Jaguar instaló una gama de motores de origen Ford. En un principio, utilizaba versiones diésel y dos gasolina. Más tarde, el fabricante de automóviles agregó más opciones, como un sistema de tracción total o motores potentes.