Kia renovó en 2007 su modelo sedán insignia, el Opirus/Amanti, trayendo más características de lujo y seguridad en el acabado estándar, mientras que otras estaban disponibles como opción.
Con una fascia delantera rediseñada, Kia esperaba poder atraer a más clientes a sus salas de exhibición para obtener un sedán ejecutivo. Era una oferta interesante, con un buen factor precio/valor pero con un diseño que podría haber sido mejor. Mucho mejor.

En el exterior, la incorporación de las luces diurnas LED fue bien recibida por todos, pero el sistema de faros dobles que se asemejaba al antiguo Mercedes-Benz Clase E W210 no era una parte apreciada del automóvil. La parrilla lucía un patrón de cuadrícula que algunos podrían pensar que estaba inspirado en Cadillac. Además de eso, no había una insignia de Kia en el frente. En la parte trasera, el nuevo diseño de las luces traseras presentaba líneas verticales para los frenos y las señales de giro, mientras que el parachoques lucía dos escapes montados a los lados.

En el interior, había una nueva opción de acabado con cuero negro y detalles negros. Además, el fabricante de automóviles trató de ofrecer mejores molduras de madera y plástico en el tablero y los paneles de las puertas. Su nuevo sistema de sonido y botones mejorados en el volante mostraron mejor calidad que antes.

Debajo del capó, Kia le pidió ayuda a Mitsubishi, y el fabricante de automóviles japonés les ofreció un motor V-6 de 3.8 litros acoplado a una transmisión automática de cinco velocidades. Esta unidad vino a completar la gama de tres motores.