Kia presentó el Optima en el Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica de 2006 en Detroit, y fue la última pieza del rompecabezas en su línea.
Con el Optima, el fabricante de automóviles coreano completó el proceso de regeneración de tres años de su línea. Era un sedán de tamaño mediano construido sobre la misma base que el Hyundai Sonata. Fue construido para ofrecer una buena comodidad y un rendimiento decente a un precio asequible. El resultado cumplió con la promesa y Optima se vendió bien en todo el mundo, con diferentes nombres, como Magentis en Europa o Lotze en Corea del Sur.
Peter Schreyer firmó el diseño y su influencia fue obvia. Empezaba con los grandes faros inclinados hacia atrás a los lados y en la parte superior de los guardabarros. La parrilla era ancha con listones horizontales y presentaba el logotipo ovalado de Kia en el medio. Desde sus lados, el Optima ofrecía una apariencia de sedán simple con una ventana trasera inclinada.
En el interior, un gran sistema de sonido ocupaba el lado superior de la consola central y, debajo, el diseñador colocó los botones de control del clima. En el cuadro de instrumentos, el fabricante decidió ofrecer un panel de cuatro diales con la temperatura del refrigerante y el nivel de combustible colocados en el medio, en la parte superior. Era la misma idea que usaba Audi, y eso no fue una gran sorpresa ya que Schreyer era un diseñador importante para la marca alemana.
Debajo del capó, Kia ofrecía una amplia variedad de motores diésel y de gasolina. Para el mercado estadounidense, la automotriz coreana instaló solo versiones de gasolina.