Kia introdujo un lavado de cara para la segunda generación de su SUV de tamaño pequeño en 2008, mejorando tanto la apariencia como el tren motriz.
En 2008, el mundo se hundía bajo la crisis financiera. Aún así, algunos fabricantes de automóviles tuvieron la oportunidad de crecer, y Kia fue uno de ellos. Después de un gran éxito de ventas con su cee’d hatchback del segmento compacto, el fabricante de automóviles coreano centró su atención en el Sportage, que se construyó sobre la plataforma Hyundai Accent, y era bastante atractivo para el mercado.
A partir de enero de 2009 entró en vigor la norma de emisiones Euro 5 y todas las automotrices tuvieron que ajustar sus productos. Algunos lo hicieron en silencio, sin demasiado alboroto, mientras que otros aprovecharon la oportunidad para mejorar su apariencia. El Sportage 2008 presentaba nuevos faros con lentes transparentes y parachoques rediseñados. El equipo de diseño instaló una nueva parrilla, que se veía simple pero lo suficientemente audaz en el fondo de forma ovalada.
En el interior, había una nueva radio satelital Sirius para mercados seleccionados. En la versión europea, solo estaban disponibles las conectividades iPod y USB. El USB y la entrada auxiliar de 3,5 mm se instalaron de serie en toda la gama. Kia instaló una cubierta de carga de dos posiciones y cuatro anclajes para sujetar el equipaje en la cajuela para niveles de equipamiento seleccionados.
Debajo del capó, todos los motores se actualizaron, incluida la versión 2.0-diesel. Una gran sorpresa para su categoría de tamaño fue la unidad de gasolina de 2.7 litros, que se combinó de serie con una transmisión automática de 4 velocidades.