Lexus presentó el segundo y último lavado de cara para la cuarta generación de su modelo insignia, la serie LS.
Es posible que Toyota se haya quedado sin dinero porque no presentó una nueva generación para el LS, o simplemente trató de posponer la quinta generación para más adelante, para obtener más cobertura de los medios cada año. En 2011, Lexus lanzó la cuarta generación del GS y presentó un concepto casi de producción para el IS a fines de 2012. Pero el LS tuvo que esperar hasta 2017 para renovarse por completo.
El equipo de diseño aplicó la nueva imagen de la cara del eje en la barcaza grande como en sus hermanos más pequeños. Aunque todavía era controvertido, ya era una imagen de marca y Lexus trató de hacer una declaración audaz. El fabricante de automóviles puso a disposición un paquete de luces LED que incluía faros, señales de giro y luces antiniebla. Por primera vez, el LS estuvo disponible con un paquete F-Sport, con el exclusivo color blanco.
En el interior, Toyota mejoró mucho el LS. Su concepto de diseño reveló dos áreas distintas: la del conductor y el resto del automóvil. Lexus instaló una pantalla TFT de 5,8” en el grupo de instrumentos para la computadora de a bordo. Una nueva pantalla de 12,3” encontró su lugar en la parte superior de la consola central. El fabricante de automóviles consideró introducir volantes con calefacción en todos los modelos AWD y agregó un sistema de calentamiento rápido para los pasajeros delanteros.
Para el departamento técnico, Lexus no consideró que hubiera actualizaciones necesarias. Ofrecía el mismo V8 de 4.6 litros para toda la línea, provisto con una opción de dos salidas de potencia. La versión híbrida mantuvo el mismo V8 de 4.9 litros que el modelo sin renovación.