Cuando Lamborghini ofreció el Miura y Ferrari el 365 GTB, Maserati respondió con el Ghibli allá por 1967.
En comparación con el Miura, el propósito de Maserati no era ofrecer el automóvil más rápido, sino un automóvil rápido que la gente pudiera viajar con lujo. El Ghibli era más un GT refinado que un deportivo puro.

El Ghibli fue el más caro de los 3, sin embargo, logró vender más que Ferrari y Lamborghini.

Uno de los más GT jamás construidos, el Ghibli fue diseñado por Giugiaro, la misma persona que diseñó el De Tomaso Mangusta y el BMW M1. Giurgiaro fue el mejor diseñador del siglo XX.

Una palabra habría definido el interior del Ghibli, y esa era “cuero”. Todo estaba cubierto de cuero suave de alta calidad para mantener el lujo.

El tablero de instrumentos era extremadamente simple y sorprendente al mismo tiempo. Uno de los mayores activos del Ghibli fue el espacio de carga. El hermoso vehículo ofrecía una enorme cajuela y eso lo convertía en un excelente automóvil para el día a día, además de un compañero perfecto para viajes largos.

El veloz auto estaba propulsado con un motor V8 de 4.7 litros equipado con 4 carburadores Weber. El motor desarrolló 330 hp y la línea roja se alcanzó a 5500 rpm. El motor era más bien una versión desafinada del motor de un auto de carreras.

El Ghibli era muy fácil de usar, tenía un embrague muy suave y una caja de cambios suave.