Mazda lanzó una extraña guerra en el mercado con autos que compartían plataformas similares pero usaban carrocerías completamente diferentes, y todos ellos estaban en el mismo segmento compacto.
El 323F era una versión particular de un hatchback de 5 puertas, que también podría llamarse cupé de cuatro puertas. Presentaba ventanas sin marco y un extremo inclinado. Era más aerodinámico que el hatchback regular, que todavía estaba disponible en el mercado, junto con un cupé y un sedán.
Con sus pequeños faros delanteros, más pequeños que los faros antiniebla de otros coches, el 323 F era un vehículo único. Su techo era bajo y su aspecto deportivo lo convertía en un duro competidor en el mercado. En la parte trasera, un alerón en el techo y un pequeño alerón en el maletero realzaban el aspecto dinámico del automóvil, junto con una franja roja extendida que conectaba las luces traseras.
En el interior, el fabricante de automóviles instaló una consola central más alta entre los asientos delanteros individuales, con una consola central que lucía el sistema de audio y los controles HVAC. Dependiendo del nivel de equipamiento, el fabricante de automóviles japonés instaló un sistema de aire acondicionado para el automóvil.
Debajo del capó, Mazda instaló una opción de tres motores de gasolina, que oscilaron entre 1.5 litros y 2.0 litros. Este último estaba disponible como unidad V6 y era conocido por su suavidad. Aparte de la versión menos potente, todos los demás motores podrían haberse emparejado con una transmisión automática de 4 velocidades como alternativa a la manual estándar de 5 velocidades.