Cuando Mercedes-Benz presentó el CLS en el Salón Internacional del Automóvil de Nueva York de 2004, el mundo se detuvo.
Fue el primer coupé de cuatro puertas de la nueva era en el mercado. Este tipo de carrocería estaba en el olvido y solo una gran marca como Mercedes-Benz podría revivirla y recibir aplausos. En otoño del mismo año, el fabricante de automóviles presentó el CLS 55 AMG en el Salón del Automóvil de París. Era el cupé rápido con cuatro puertas.

El aspecto exterior se mejoró drásticamente en comparación con las versiones CLS500 o CLS320 CDI. Sus grandes llantas de 18” (19” en opción) tenían un diseño especial. El coche estaba más bajo 10 mm (0,4”) que el resto de la gama CLS. La suspensión Airmatic era estándar y toda la configuración era más rígida, para un mejor manejo. Pero a algunas personas todavía no les gustó la parte trasera del automóvil.

En el interior, el CLS 55 AMG presentaba una combinación de estilo deportivo y materiales de alta calidad. Los nuevos asientos deportivos AMG lucen perforaciones especiales AMG, costuras dobles y paneles de Alcantara. También incluye cuero napa en tres variantes de colores.

El motor V8 de 5.4 litros sobrealimentado ofrece 476 hp y 700 Nm (516 lb-ft) de torque. Iba acoplado a una caja de cambios automática de 5 velocidades. El resultado es un espectacular 4,7 segundos para un sprint de 0-100 kph (0-62 mph) y una velocidad máxima limitada de 250 kph (155 mph).