Después de casi medio siglo, Mercedes-Benz lanzó al mercado un nuevo descapotable de cuatro plazas, el lujoso y elegante Clase S Cabrio.
Fue el último miembro de la familia Clase S, después del sedán y el cupé. Estaba destinado a pelear en el mismo mercado con el Bentley Continental GTC y, para ello, estaba equipado con todas las prestaciones que los ingenieros de Mercedes-Benz fueron capaces de darle.
Desde el frente, el gran descapotable Clase S presentaba una parrilla del radiador de diamante negro con la estrella de tres puntas y una sola lama en plata con inserciones cromadas. El capó agregó toques dinámicos con dos cúpulas, reflejando el motor en “V”. La moldura cromada agregó un toque final deportivo. Como opción, un sistema inteligente de faros LED mostró la elegancia del automóvil con un estilo brillante con cristales Swarovski para la señal de giro y DRL.
El convertible Clase S 2016 presentaba un sistema de protección contra el viento automático mejorado AIRCAP y el sistema de calefacción del cuello AIRSCARF. También tenía cuatro asientos con calefacción y un sistema de control de clima inteligente que “sabía” cuándo era necesario calentar o no la cabina. El sistema también recibió la información si el vehículo estaba abierto o cerrado y se ajustó en consecuencia.
Para el tren motriz, el Clase S convertible ha recibido un motor biturbo de 5.5 litros y 585 hp de AMG y un sistema estándar de tracción en las cuatro ruedas AMG 4Matic con división de par con polarización trasera.