En 1972, el fabricante de automóviles alemán lanzó la serie W116 que reemplazó a los modelos W108/109 anteriores.
Se lanzó con motores de 6 y 8 cilindros.
Empezó el escándalo Watergate, el galón de gasolina costaba 55 centavos y el ingreso promedio anual en Estados Unidos era de USD 11.800 y Bobby Fischer se convirtió en Campeón Mundial de Ajedrez. En septiembre de ese año, se lanzó el primer vehículo en recibir el nombre de “Mercedes-Benz S-Class” y convertirse en un campeón en su clase. Los faros horizontales se introdujeron en esa clase después del modelo SL de 1971.
El diseñador fue Friedrich Geiger, el hombre responsable del diseño de modelos famosos como el Mercedes-Benz 500K y el 300 SL “Gullwing”. Para la nueva Clase S, se desarrollaron paneles de capó en los pilares A, que sirven como canaletas de protección contra el agua. Otros detalles de seguridad fueron los amplios indicadores de dirección envolventes, bien visibles también desde el lateral. Además, las luces traseras anchas con perfil de superficie acanalado demostraron ser muy resistentes a la suciedad.
En el interior, había mucho espacio para cinco pasajeros y, para la distancia entre ejes larga, había aún más para los pasajeros traseros. El tablero presentaba tres diales redondos. En el medio, estaba el velocímetro y, a la izquierda, había tres indicadores para el nivel de combustible, la temperatura del refrigerante y la presión del aceite. El dial derecho era un reloj analógico. En la consola central estaban los controles deslizantes para la unidad de control climático y, si estaba instalado, un radioteléfono.
El W116 presentaba suspensión independiente en ambos ejes y tenía importantes características nuevas de seguridad como el sistema antibloqueo (ALS) desarrollado con Bosch. En cuanto al motor, el modelo estrella fue el V8 de 6.9 litros con inyección mecánica que ofrecía 286 hp y 549 Nm (405 lb-ft) de torque.