En 1955, Mercedes-Benz presentó el SL Roadster como un vehículo descapotable biplaza de lujo compacto.
Mientras que el primer Disneyland abrió sus puertas en julio en los EE. UU., Mercedes-Benz preparó el automóvil adecuado para visitarlo: el SL de 1955. Se presentó en marzo en el Salón del Automóvil de Ginebra y estaba hecho para una conducción relajada con un diseño inspirado en el famoso 300-SL “Gullwing”. El fabricante de automóviles lo construyó sobre un chasis acortado del modelo 180, pero lo diseñó para que pasara por un vehículo de lujo. En aquellos tiempos, costaba alrededor de $4.000, el doble del precio promedio de un automóvil.

Sus diseñadores, Karl Wilfert y Walter Häcker, realizaron el área frontal con faros redondos y una parrilla con un listón horizontal que sostenía la gran insignia de estrella de tres puntas en el medio. A los lados, los guardabarros delanteros presentaban un canalón sobre los pasos de rueda. Las líneas laterales fluían en forma descendente desde los guardabarros delanteros hasta la parte trasera de las puertas, mientras que los guardabarros traseros tenían el mismo aspecto musculoso que los del 300 SL.

El interior era minimalista, con un tablero delgado que sostenía el grupo de instrumentos y el espejo retrovisor. En los acabados estándar, presentaba una tapicería de tela, pero estaba disponible una cabina revestida de cuero. Su techo de lona operado manualmente era retráctil detrás de la cabina debajo de una cubierta de vinilo.

Debajo del capó, Mercedes-Benz ofreció el automóvil con solo una opción de motor y una caja de cambios manual de cuatro velocidades, pero tres opciones para la transmisión final.