Mercedes-Benz presentó la quinta generación del roadster SL en 2001 en el Salón del Automóvil de Frankfurt y, en 2006, ya era hora de una versión renovada.
Cuando el fabricante de automóviles decidió dejar el techo de lona y reemplazarlo con un techo rígido retráctil, sus clientes estaban felices. Esa era una de las ventajas más importantes de SL sobre sus principales competidores en el mercado. Otro beneficio fue la adecuada gama de motores. Cuando ocurrió el lavado de cara, los motores fueron reemplazados y se volvieron más limpios y eficientes en combustible.
El departamento de diseño de Mercedes no pareció pasar demasiadas horas refrescando el exterior del auto. Quitaron el parachoques con clavijas, instalaron uno más común con un área inferior curva y cambiaron los faros. Otro cambio fue en la parrilla, que lucía un diseño de tres listones en lugar de cuatro listones como el modelo 2001. En la parte trasera, el fabricante de automóviles cambió las luces traseras y agregó áreas claras más grandes para las luces de marcha atrás.
En el interior, la diferencia más notable estaba en la consola central, que recibió un nuevo sistema de infoentretenimiento. Seguía con navegación, pero incluía una entrada auxiliar en la guantera, y la pantalla y los botones recibieron un nuevo diseño.
Hubo una renovación importante para el V-6 y para las versiones V-8 debajo del capó, que ganó más potencia y mejoró el rendimiento. La versión V-12, denominada SL600, mantuvo la misma potencia que antes, pero ganó en el departamento de torque, lo que llevó a mejores tiempos de 0 a 60 mph (0-97 kph).