Al igual que con la mayoría de los primeros modelos de Mercedes Benz, el 170V era una exhibición de lujo y clase sobre ruedas.
Con reminiscencias de las líneas de la carrocería del W15, el V170 continuó hasta convertirse en el automóvil más vendido. Su versatilidad fue insuperable ya que, debido a una crisis de combustible en la Segunda Guerra Mundial, muchos modelos se convirtieron para funcionar con gas producido al quemar madera y carbón en recipientes especialmente diseñados montados en ambos extremos. El gas resultante se usó para hacer funcionar el motor mientras el calor se desviaba al interior del automóvil, una solución muy bien recibida en invierno. El chasis del automóvil de 4 cilindros sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y luego se usó para reconstruir lo que quedaba de la empresa.