En febrero de 1936, en el Salón del Automóvil de Berlín, Daimler-Benz presentó el 260 D en forma de landaulet Pullman de seis plazas, del que se habían fabricado 13 unidades desde julio de 1935.
En la misma feria, estaba el Hanomag Rekord, otro automóvil de pasajeros con motor diésel, aunque no entró en producción en serie hasta 1938. En consecuencia, el 260 D fue el primer automóvil de pasajeros con motor diésel producido en serie del mundo. A partir de septiembre de 1936, el 260 D estuvo disponible en más variantes de carrocería. Además del Pullman Landaulet, había otras tres versiones: un sedán Pullman cerrado, un cuatro plazas y un descapotable de cuatro/cinco plazas.
En 1937, se lanzó una variante renovada con algunas modificaciones en el radiador. Los faros eran más pequeños y estaban encerrados en carcasas esféricas, directamente unidos a los guardabarros delanteros. Esa solución condujo a prescindir de la varilla transversal cromada delante del radiador.
Por dentro, el 260 D era muy espacioso debido a su larga distancia entre ejes. Se ofreció en varias versiones, con capacidad para hasta siete pasajeros. Fue utilizado principalmente por las empresas de taxis, lo que demuestra la eficiencia de combustible del motor diesel.
Presentaba un motor de cuatro cilindros y 2.6 litros que ofrecía 45 hp acoplado a una transmisión manual de cuatro velocidades con cuarta marcha de transmisión directa. Para diciembre de 1940 se habían construido 1.967 unidades del 260 D, conocido dentro de la empresa como W 138.