El cabriolet A surgió como un modelo muy alterado en comparación con la berlina original lanzada en 1933 con un hermoso aspecto “valiente”.
Si bien la berlina tenía una apariencia de caja, el modelo de capota blanda retráctil lucía una carrocería aplanada con un parabrisas estrecho y curvilíneo, una parte trasera más corta y un espacio interior de tamaño reducido en general. Equipado con la misma elección de motor, el automóvil no corría más rápido, pero ciertamente era un imán para los ojos gracias a su carrocería con un acabado minucioso disponible en una capa de pintura de dos tonos color avellana y almendra, complementada con un disco de acero decorado de manera similar y múltiples ruedas de radios.