Mientras que el tipo D tenía mucho de una apariencia de gran turismo con una capota blanda retráctil plegable en la parte trasera y un gran compartimento superior abierto, el modelo F era bastante más conservador de sus orígenes cabrio, con un aspecto más elegante.
Aunque muchos talleres en ese entonces eran responsables de la carrocería de MB, el tipo F era considerablemente más pequeño que su hermano de turismo y, en conjunto, más redondo. Debido a la variedad de carrocerías y la apariencia casi idéntica de ambos vehículos, era bastante difícil distinguir uno de otro. Sin embargo, el modo F tendía a tener puertas traseras más cortas y ruedas de repuesto montadas más cerca de las puertas delanteras.