La octava y última generación del Galant VR-4 vio las luces de lanzamiento en 1997, y era un deportivo vestido de sedán familiar.
No había demasiados autos familiares en el mercado que pudieran alcanzar los 100 kph (62 mph) en menos de seis segundos y alcanzar los 240 kph (150 mph). Además, el Galant estaba repleto de tecnologías de rally y, gracias a su distancia entre ejes más larga, tenía espacio suficiente para hasta cinco adultos.
Con un estilo fuertemente influenciado por los sedanes europeos, el Galant mostró un área delantera estrecha e inclinada. Su parachoques envolvente incluía un faldón inferior aerodinámico que lucía las luces antiniebla y otra rejilla para el intercooler. Su forma de sedán de tres cajas presentaba líneas curvas y, en la parte trasera, un alerón en el baúl confirmaba el estatus de un vehículo deportivo.
En el interior, el fabricante de automóviles instaló un interior bastante soso, con asientos de cubo en la parte delantera y una mezcla de tablero gris y negro. Ni siquiera intentó instalar diales blancos para el velocímetro o el tacómetro. El automóvil ofrecía espacio para tres adultos en la parte trasera, aunque los pasajeros del medio tenían que sentarse en el túnel de transmisión.
Debajo del capó, Mitsubishi instaló un motor V-6 biturbo de 2.5 litros. Se combinó con una transmisión manual estándar de cinco velocidades o una transmisión automática de cinco velocidades de Porsche (Tiptronic), que ofrecía la posibilidad de cambiar de marcha secuencialmente tirando o empujando la palanca de cambios. La parte más importante del automóvil era el tren motriz, que presentaba un sistema de tracción total con un diferencial trasero activo (Active Yaw Control) disponible como opción. Además, el fabricante de automóviles instaló un sistema de dirección en las cuatro ruedas. Los frenos de disco en todas las esquinas y ABS estándar con