En 2012, Mitsubishi presentó la sexta generación del Mirage.
Fue un paso audaz hacia un mercado dominado por los fabricantes de automóviles europeos en Europa y por otros fabricantes japoneses en los mercados asiáticos.
Para Mitsubishi, las ventas no fueron tan buenas. El vehículo de clase pequeña era un competidor directo contra el Toyota Yaris y el Nissan Micra con sus bordes redondeados. Pero aún tenía algunas claves de diseño que lo hacían agradable en el mercado.
Desde el exterior, el modelo 2017 recibió una nueva fascia delantera con faros rediseñados. El parachoques delantero fue rediseñado y se volvió más agresivo. Como consecuencia, la parrilla tuvo que ser remodelada. El nuevo parachoques trasero fue rediseñado para mejorar el flujo de aire. El alerón del techo recibió un ángulo diferente para mejorar el coeficiente de arrastre, que se redujo a 0,27.
En el interior, el automóvil recibió un nuevo sistema de infoentretenimiento y pudo conectarse a teléfonos inteligentes a través de Apple CarPlay o Android Auto. Fue el primer vehículo Mitsubishi que apoyó la última tecnología. Para el conductor, hubo un nuevo volante y una decoración moderna para el grupo de instrumentos.
Debajo del capó, los ingenieros instalaron un nuevo motor de gasolina de 1.2 litros y 80 hp. Era la única opción disponible, y se combinó de serie con una caja de cambios manual de 5 velocidades. La transmisión continuamente variable (CVT) estaba en la lista de opciones.