El MIcra lanzado en 2000 fue el último en mantener su apariencia de caja tradicional antes del rediseño radical de 2003.
Más redondeado en los bordes y tan atractivo como todos los miniautos, el Micra se lanzó con la opción de dos unidades de gasolina con capacidades de 1,0 L y 1,4 L, así como una planta de diésel de 1,5 litros. El motor de 1,4 L de 4 cilindros, introducido como reemplazo de la generación anterior de 1,3 L, producía 82 CV y 108 Nm de par máximo. A pesar de la actualización, el nuevo motor empujó al automóvil a una velocidad máxima igual a la del 1.3 L. Este último tardó 12 segundos en alcanzar las 62 mph, mientras que el 1.4 L tardó cerca de 4 segundos más en alcanzar el mismo límite.