Un año después de que se presentaran el Cayman S y la segunda generación del Boxster, Porsche lanzó la versión que no es S de su vehículo cupé deportivo de motor central.
El Cayman “regular” seguía siendo un automóvil deportivo que podía acelerar de 0 a 100 km/h (0-62 mph) en 6,1 segundos, por lo que no podía llamarse un automóvil “lento”. Era más lento que su hermano S, pero seguía siendo un automóvil deportivo de conducción diaria.

El Cayman fue construido no solo para ser un automóvil rápido y ágil, sino también un vehículo práctico. Contaba con dos áreas para equipaje: una en la parte delantera y otra detrás del motor, con un almacenamiento total de 410 l (14,5 pies cúbicos), que era más que suficiente para unas vacaciones en dos durante una semana. El automóvil presentaba faros redondos inspirados en antiguos modelos gloriosos como el Porsche 550 Coupe o el Porsche 904 Coupe. Las tomas de aire laterales colocadas delante de las ruedas traseras proporcionaban aire para enfriar el motor montado en la mitad.

En el interior, el Cayman S ofrecía espacio para dos pasajeros. El interior presentaba la mayoría de las partes del Boxster II, con el mismo diseño para el grupo de instrumentos. Los asientos reforzados se tapizaron en cuero y tela, según la opción.

Para el motor de seis cilindros y 2.7 litros, Porsche instaló su última gestión VarioCam Plus. Eso aseguró un par más alto a bajas revoluciones, lo que llevó a una eficiencia de combustible decente para un motor de 245 hp. El motor se combinó de serie con una transmisión manual de 5 velocidades, mientras que una automática de 5 velocidades (Tiptronic) estaba en la lista de opciones.