Cuatro años después de la introducción de la primera generación del Panamera, el fabricante de automóviles alemán presentó la versión renovada en el Auto Show de Shanghái de 2013.
La versión diésel tuvo que esperar hasta septiembre para presentarse en el Salón del Automóvil de Frankfurt y eso tenía sentido ya que Europa era el mayor mercado para el Panamera diésel. Además de las diferencias visuales, también hubo algunas evoluciones tecnológicas.
Con la opción de faros LED, Porsche Panamera entró en una nueva era. Su sistema de iluminación inteligente permitía una mejor visión del camino. La versión estándar estaba equipada con faros bixenón. Los parachoques delantero y trasero revisados le dieron un aspecto más agresivo al automóvil. Las tomas de aire laterales más grandes del faldón se inspiraron en las instaladas en la gama 911. Se instaló un parabrisas trasero más ancho en el nuevo portón trasero.
En el interior, el fabricante instaló el PCM (Porsche Communication Management) para el sistema de información y entretenimiento. Admitía la conectividad Apple CarPlay, pero su compatibilidad con teléfonos Android era limitada. El tacómetro estaba montado en el medio del grupo de instrumentos, con una pantalla TFT redonda en su lado derecho, donde podría haberse mostrado el sistema de navegación, así como otra información de la computadora de a bordo. La aplicación Porsche Car Connect estaba disponible como opción.
El motor se actualizó con la ayuda de un nuevo turbocompresor refrigerado por agua. La unidad de 300 hp se combinó de serie con una caja de cambios automática de 8 velocidades (Tiptronic S) y estaba disponible solo con tracción trasera. El diferencial trasero autoblocante ayudó al auto a acelerar de 0 a 100 kph (0-62 mph) en solo 6 segundos.