Renault obtuvo un gran éxito con la primera generación del Mégane Scenic, rebautizado únicamente como Scenic después del lavado de cara de 1999.
El fabricante de automóviles francés ya era conocido y tenía experiencia en la construcción de monovolúmenes ligeros y orientados a la familia, pero su modelo Espace necesitaba un hermano más pequeño y asequible. Renault tomó la misma plataforma que la instalada en la línea Megane y comenzó a trabajar en ella. Incluso después del lavado de cara, cuando los fabricantes de automóviles lo llamaron Scenic, las puertas traseras aún presentaban un panel de plástico negro donde todavía estaba la palabra “Megane”.
En la parte delantera, el automóvil presentaba faros más grandes y distintivos. Su forma romboidal se parecía al logotipo de la compañía, mientras que las pequeñas ventilaciones en el capó se parecían a las de la línea compacta Megane. Desde sus lados, la carrocería en forma de burbuja era similar al modelo de 1996.
En el interior, el fabricante de automóviles trabajó duro para mejorar la cabina y la mantuvo con cinco asientos, pero cambió por completo el tablero. Presentaba esferas blancas en el grupo de instrumentos y un diseño diferente con los indicadores de combustible y temperatura colocados en el medio. El sistema de audio se mejoró y contó con un reproductor de CD con controles montados en la columna de dirección. En la parte trasera, los tres asientos individuales podrían haberse deslizado, inclinado o removido por completo.
Debajo del capó, Renault instaló una amplia variedad de opciones de gasolina y diésel. La versión base todavía funcionaba con una unidad de 1.4 litros, pero producía diez hp más que su predecesor.